Descubre el Parque Nacional más bonito de España: ¿cuál merece tu visita?

Aitana Castillo 0 Comentarios 5 mayo 2025

Imagina estar en mitad de un paraje donde ni el reloj ni el teléfono tienen poder. Hay sitios en España donde eso ocurre. Preguntar cuál es el Parque Nacional más bonito de nuestro país es algo que levanta discusiones y hasta debates familiares. Cada parque es un mundo, pero si tienes que apuntar el dedo a uno, el Parque Nacional de los Picos de Europa destaca no solo por sus paisajes de película sino por la brutal variedad de planes y rincones que esconde. Pero claro, no te quedes solo con esa respuesta; aquí te cuento lo que hace a este parque tan especial, comparo con otros igual de potentes, y te comparto trucos para que tu experiencia sea digna de presumir en cada grupo de WhatsApp.

Por qué los Picos de Europa enamoran a quien los pisa

Antes de existir carreteras asfaltadas o redes sociales, Picos de Europa ya era leyenda. Fue el primer Parque Nacional español, declarado así en 1918 (como Parque Nacional de la Montaña de Covadonga), y desde entonces ha inspirado a montañeros, científicos y cualquier despistado que acabara allí buscando paz o aventura. Lo curioso de los Picos es que no se parecen a nada que hayas visto: sus cumbres se alzan casi verticales sobre praderas que parecen sacadas de un cuento, el aire sabe distinto y los sonidos parecen más nítidos.

Hay un dato tremendo: los Picos suman 67.455 hectáreas repartidas entre Asturias, Cantabria y Castilla y León. Eso significa que puedes recorrer tres comunidades autónomas en un paseo prolongado. Además, su altura máxima, a 2.648 metros (Torre de Cerredo), le otorga un microclima que convierte cada estación en un espectáculo nuevo. En marzo, puedes encontrar nieve a medio kilómetro de prados verdes llenos de vacas, y en pleno junio, los lagos reflejan las montañas como si fueran espejos.

Pero el Picos no vive solo de paisajes. Aquí los rebecos y los buitres leonados son de la familia. Si hay suerte y paciencia, puedes avistar osos pardos o lobos ibéricos. Y si te gusta el queso, apunta esto: el Cabrales, producto estrella, madura en cuevas naturales del propio parque. Degustarlo allí, con la brisa de altura y el silencio de fondo, hace que los mejores restaurantes de Madrid te parezcan aburridos.

Comparativa real: ¿Cómo compiten los demás Parques Nacionales?

Vale, me dirás que también están Doñana, Ordesa y Garajonay, los clásicos del top ten. Aquí va una comparación honesta, para que veas qué ofrece cada uno:

Parque Nacional Superficie (ha) Comunidad Punto diferencial
Picos de Europa 67.455 Asturias, Cantabria, Castilla y León Cumbres montañosas, lagos glaciales, rutas históricas
Doñana 54.252 Andalucía Marismas, aves migratorias, linces ibéricos
Ordesa y Monte Perdido 15.608 Aragón Valles glaciares, cascadas, paredes calcáreas
Teide 18.990 Canarias Paisaje volcánico y el pico más alto de España
Garajonay 3.984 Canarias Bosque de laurisilva

Cada parque tiene un carácter tan marcado que parece otro universo. Si lo tuyo es ver amanecer entre dunas y marismas donde cruzan flamencos y hasta el escurridizo lince, Doñana es una joya. Ordesa arranca suspiros con valles verdes imposibles de abarcar en una sola foto, y el Teide te hace sentir en Marte, con un volcán vigilando todo. Pero Picos resume lo mejor de muchos sitios: cultura arraigada, rutas para todos y belleza natural a cada paso.

Caminos, lagos y leyendas: lo imprescindible en Picos de Europa

Caminos, lagos y leyendas: lo imprescindible en Picos de Europa

No hace falta ser un pro del senderismo para disfrutar de los Picos, pero sí hay que saber a qué ir. Si buscas una estampa clásica, pásate por los Lagos de Covadonga. En días claros, los reflejos del Enol y el Ercina son de postal, y las rutas como la Vega de Ario o la subida al Mirador de Ordiales te regalan vistas que ni los filtros de Instagram mejoran.

Otra ruta imprescindible: La Ruta del Cares. Quien la ha caminado lo sabe, es la senda más famosa —y transitada— de los Picos. Durante 12 kilómetros, caminas literalmente entre abismos y paredes verticales, siguiendo el antiguo canal que alimentaba una central hidroeléctrica. La sensación de caminar ahí es algo que no se olvida. Eso sí, conviene madrugar, sobre todo en verano, cuando la gente parece llegar en tropel.

En el lado menos masivo, el Macizo Occidental es el rincón favorito de quienes buscan soledad y naturaleza intacta. Y ojo al teleférico de Fuente Dé, una experiencia que te sube de golpe más de 750 metros de desnivel para dejarte a los pies de paredes de roca imponentes. Consulta siempre el tiempo antes, porque aquí el clima cambia de humor en minutos.

Curiosidad histórica: se dice que el nombre del parque proviene de los marineros cántabros, que veían estas cumbres nevadas como el primer pedazo de Europa tras cruzar el Atlántico. Leyenda o no, es bonito imaginar ese momento.

Consejos prácticos y datos curiosos para organizar la visita

No te lances sin pensar. La mejor época para visitar los Picos es la primavera o el otoño. En verano, puedes pasarlo bien si madrugas y evitas fines de semana, pero los parkings y los puntos clásicos suelen estar llenos. En invierno, la nieve y el hielo hacen que muchas sendas sean peligrosas sin equipamiento (y experiencia).

La ropa importa más de lo que piensas. Viste siempre por capas y lleva chubasquero, aunque el cielo esté azul. Aquí la niebla y la lluvia pueden aparecer sin invitación. Y en cuanto a calzado, unas buenas botas de montaña marcan la diferencia entre disfrutar y sufrir.

  • Reserva alojamiento con antelación si planeas dormir en el propio parque (o sus pueblos), sobre todo entre mayo y septiembre.
  • No te olvides de probar la gastronomía local: fabada, quesos de cabrales, carnes a la parrilla y potes son básicamente religión en la zona.
  • Ojo con los perros: en muchas rutas hay ganado suelto y rebaños, así que es obligatorio llevarlos atados.
  • El móvil pierde cobertura en muchas zonas. Lleva mapas descargados o, si eres old school, usa un mapa físico.
  • Para familias, hay rutas adaptadas e incluso áreas recreativas para picnic.
  • La fotografía aquí pide a gritos una cámara más allá del móvil, pero si no tienes, el móvil hace magia con tanta luz y verde. Cambia de perspectiva, dispara en las puestas de sol y no tengas miedo a mojarte por la foto.

Hay también visitas guiadas, tanto naturalistas como culturales, y rutas de montaña con guías expertos. Si te mola la aventura, apúntate a alguna de espeleología o rafting, que en el río Cares es inolvidable. Si eres más de calma, los monasterios y pequeñas ermitas que salpican los pueblos del entorno merecen toda la atención.

Picos de Europa también tiene espacios para picnic y muchas rutas accesibles, pero no todo se ve en un día. Si tienes tiempo, alójate mínimo dos o tres noches —vale la pena.

¿Merece el título de Parque Nacional más bonito de España?

¿Merece el título de Parque Nacional más bonito de España?

Que algo sea "el más bonito" es personal. Pero hay una razón por la que gente de media Europa cruza kilómetros solo para perderse en los Picos. Su mezcla de naturaleza salvaje y tradiciones vivas tiene gancho. A diferencia de otros parques, aquí cada ruta esconde una historia: pastores subiendo al monte a diario, pueblos minúsculos que siguen viviendo como hace un siglo, y refugios donde escuchar cuentos en voz baja mientras fuera sopla el viento.

Otro detalle: el parque también es Reserva de la Biosfera de la UNESCO desde 2003, lo que le suma puntos serios porque protege especies que en otros sitios ya son solo un recuerdo. Los científicos vienen a estudiar sus bosques de hayas y robles centenarios, y los amantes de los animales alucinan con las rutas de observación de aves y mamíferos.

La accesibilidad es otra baza que juega a su favor. Picos de Europa está bien conectado por carretera —incluso en transporte público local desde ciudades como Oviedo, Santander o León— y los pueblos base (Cangas de Onís, Arenas de Cabrales, Potes) están llenos de encanto sin perder autenticidad. Y todos los años, más de 1.5 millones de visitantes lo eligen, convirtiéndolo en uno de los parques más queridos y frecuentados del país.

Una última pista: solo cuando respiras en mitad de la niebla matutina o subes una cresta y ves el mar y la montaña a la vez, sabes de verdad de qué va esto. “Bonito” se queda corto —lo de los Picos es otra liga. Merece la pena descubrirlo por ti mismo y dar tu propia respuesta a la pregunta con la que empezamos.

Parques Nacionales así hay muchos, pero uno que reúne paisaje, historia, cultura y emoción a cada paso, solo encontrarás aquí.