Riesgos de buceo: Qué debes saber antes de sumergirte

El riesgos de buceo, son las amenazas reales que enfrenta tu cuerpo cuando te sumerges bajo el agua, desde cambios de presión hasta falta de oxígeno. También conocido como peligros de la inmersión, este tema no es para asustar, sino para prepararte. Mucha gente piensa que bucear es solo ver peces y corales, pero detrás de cada inmersión hay física, fisiología y decisiones que pueden marcar la diferencia entre una aventura y un accidente.

El presión submarina, es el cambio constante de fuerza que ejerce el agua sobre tu cuerpo a medida que bajas. Cada 10 metros, la presión se duplica. Si no asciendes controladamente, los gases disueltos en tu sangre pueden formar burbujas y causar una embolia de aire, una emergencia médica grave donde burbujas de nitrógeno bloquean vasos sanguíneos. Esto no es algo que pase solo a los novatos: incluso buceadores con años de experiencia lo han sufrido por apresurarse al subir. En la Costa Brava, un destino popular para buceadores por sus fondos claros y vida marina rica, muchas inmersiones son superficiales, pero eso no elimina el riesgo. La presión sigue ahí, y tu cuerpo no distingue entre 5 o 30 metros si no sigues los protocolos.

Los riesgos de buceo no vienen solo de lo que no sabes, sino de lo que asumes. Creer que "solo voy a bajar un poco" o "no necesito hacer pausas" es lo que más daño hace. La formación básica enseña tiempos de ascenso, límites de profundidad y señales de emergencia, pero muchos los ignoran por confianza o prisa. En la Costa Brava, donde hay zonas con corrientes impredecibles y temperaturas bajas, el frío puede reducir tu capacidad de reacción sin que te des cuenta. Y si no llevas un indicador de profundidad o no revisas tu tanque antes de entrar, estás jugando con tu seguridad. No se trata de ser paranoico, sino de ser consciente.

Lo que muchos no dicen es que los mayores riesgos no son los tiburones, ni las rocas, ni el agua fría. Son los errores humanos: no planificar, no comunicarse, no respetar los límites. Los buceadores que más veces regresan con historias increíbles son los que saben cuándo decir "no". En los posts que encontrarás aquí, verás cómo otros han vivido estos riesgos de cerca, qué aprendieron, y cómo lo aplican hoy. No hay fórmulas mágicas, pero sí hábitos simples que salvan vidas. Lo que sigue no son consejos genéricos: son lecciones reales, de personas que bucean aquí, ahora, y que no quieren que nadie repita sus errores.