Aneto: Descubre el Pico Más Alto del Pirineo Español y Secretos para tu Aventura

Aitana Castillo 10 Comentarios 19 junio 2025

¿Sabías que en España también hay picos que superan los 3.000 metros de altura, rozando casi el cielo? Pasar junto al Pirineo es quedarse boquiabierto con sus paredes rocosas y valles infinitos, pero si existe una montaña que pone la guinda a este pastel alpino, ésa es el Aneto. Hay quien dice que subirlo es como tocar el techo del reino, porque literalmente, nadie en la península puede mirar por encima de tus hombros si estás arriba. Pero ojo: más allá del récord de altura, el Aneto encierra historias de glaciares moribundos, leyendas, rutas desafiantes y secretos que ni muchos montañeros conocen.

¿Qué hace al Aneto tan especial en los Pirineos?

Para empezar, el Aneto se alza exactamente a 3.404 metros sobre el nivel del mar, coronando todo el sistema montañoso de los Pirineos y siendo la cima más alta de la Península Ibérica fuera de Sierra Nevada. Ubicado en el macizo de la Maladeta, dentro del espectacular Valle de Benasque (provincia de Huesca, en Aragón), el Aneto es tan emblemático que, aunque hay cientos de picos de altitudes sorprendentemente parecidas a su alrededor, solo él conserva ese estatus mítico. Lo curioso es que durante siglos, la gente de la zona ni siquiera sospechaba que este pico era el más alto: hasta el siglo XIX era la Maladeta la que reinaba en mapas y relatos locales, por puro error de cálculo. Solo cuando botánicos y científicos franceses como Louis Ramond de Carbonnières comenzaron a explorar la zona científicamente sobre 1817 quedó aclarado el asunto: el Aneto era el rey indiscutible.

Más allá de los datos geográficos, el Aneto destaca por su ambiente salvaje y su enorme glaciar. Aunque ahora está en clara retirada y ha perdido más de la mitad de su superficie desde 1900, sigue siendo el mayor glaciar de la península (con unos 43 hectáreas en 2024, según los últimos informes del CSIC). Cruzar el glaciar puede ser uno de los momentos más mágicos –y fríos– de cualquier ascensión. Ese hielo perpetuo, castigado por el cambio climático, ha llenado de vida el río Ésera y los pequeños ibones (lagos de montaña) que salpican el valle, como el impresionante Ibón de Coronas. Si tienes suerte y madrugas lo suficiente, puedes incluso ver rebecos al amanecer, o escuchar el grito lejano de un quebrantahuesos planeando sobre las crestas.

Junto a la cima hay otro detalle que nunca deja indiferente: el famoso Paso de Mahoma. Se trata de una arista rocosa afilada, de apenas unos metros de largo, que separa la cresta final de la cumbre. No hay peligro real, pero asoma el vacío a ambos lados y muchos, con el corazón latiendo fuerte, necesitan respirarse el valor antes de atravesarla. Gente de todos los rincones del país viene cada año solo para experimentar ese pequeño subidón de adrenalina. De hecho, para mucha gente el verdadero reto no es llegar al pie del Aneto, sino atreverse a cruzar ese último paso: allí, las fotos y las leyendas abundan.

No solo eso: el Aneto, por su altitud y situación geográfica, suele lidiar con su propio clima. El sol puede quemarte la cara (ojo, protección solar MUY recomendable) y al mismo tiempo dejarte tiritando por el viento, incluso en pleno julio. Suele haber nieve gran parte del año, y la niebla juega malas pasadas, así que la prudencia es clave –o terminas haciendo vivac improvisado a tres mil metros, como tantas historias que circulan por los refugios cercanos como el de La Renclusa.

Alrededor del Aneto se teje una red de rutas y caminos clásicos que han visto pasar generaciones enteras de montañeros. La más famosa empieza precisamente desde el refugio de La Renclusa; aquí tienes la base, literalmente, de la aventura. Además, la zona presume de una oferta de naturaleza brutal: desde campos de rododendros en flor a bosques de pino negro y espectaculares panorámicas del macizo de Posets o Perdiguero en el horizonte. No extraña que sea un parque nacional –el de Posets-Maladeta– y que los amantes de la geología puedan pasarse horas disfrutando de marmitas, bloques erráticos y curiosidades formadas por la fuerza glaciar milenaria.

Durante buena parte del año, el Aneto se convierte también en un experimento viviente para quienes estudian el cambio climático. Científicos del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) llevan décadas midiendo la masa del glaciar y su descenso. Por ejemplo, entre 1980 y 2023 el glaciar perdió más del 60% de su volumen original. Así que cada travesía, además de una aventura, es un paseo por uno de los paisajes más sensibles (y amenazados) de nuestro país.

Hasta la fauna y la flora han tenido que adaptarse: especies como el tritón pirenaico solo viven en estas aguas heladas, y el edelweiss –esa preciosa flor blanquecina de los altos pastos– salpica aún los rincones elevados. No es raro ver mariposas endémicas o escuchar relatos de zorros y hasta gatos monteses escabulléndose en la noche. Un auténtico laboratorio natural a cielo abierto.

Cómo llegar y qué necesitas para subir al Aneto

Cómo llegar y qué necesitas para subir al Aneto

Llegar al Aneto no es tan complicado como puede parecer si lo planeas bien. El punto de partida casi obligado es Benasque, un pueblo vibra-montañero que late al pie del macizo y está conectado con autobuses y carreteras desde Huesca o Zaragoza. Desde el pueblo, un pequeño desvío te deja en La Besurta, normalmente punto de inicio para rutas clásicas, como la que pasa por el refugio de La Renclusa (a 2.140 metros). Cerca de la Besurta tienes un aparcamiento y en verano, ¡ojo! Los coches particulares están restringidos, así que hay un bus-lanzadera que funciona desde Benasque a partir de las seis de la mañana.

Desde el refugio, la ascensión al Aneto es una excursión larga y exigente, de unas 12-14 horas entre ida y vuelta para gente en buen estado físico. Por supuesto, no hablamos de un paseíto sencillo, sino de alta montaña, así que la preparación es clave. ¿Qué necesitas sí o sí para afrontar la cima?

  • Botas de montaña (no sirve cualquier zapatilla deportiva, la roca y el hielo son traicioneros).
  • Piolet y crampones (incluso en verano es frecuente encontrar neveros y placas de hielo en el glaciar).
  • Ropa térmica y cortaviento: arriba el frío cala fácil aunque en el valle estés en manga corta.
  • Protector solar, gafas y gorra: el sol rebota en la nieve y puedes acabar achicharrado.
  • Agua y algo de comida energética suficiente para 10-12 horas.
  • Mapa o GPS (el recorrido está bien señalado pero la niebla puede jugar malas pasadas).
  • Seguro de accidentes y preferiblemente licencia federativa de montaña vigente.

Hay agencias y guías locales que pueden acompañarte o darte el toque extra de seguridad, especialmente si es tu primera vez en nieve o no tienes experiencia con crampones. No merece la pena arriesgarse: cada verano, el GREIM de Benasque tiene que evacuar a decenas de personas por resbalones, despistes o agotamiento. Es mejor invertir en una buena planificación que terminar la aventura en helicóptero.

Durante la subida al Aneto aparecen paisajes únicos en cada tramo. Nada más salir de La Renclusa te adentras en el caos rocoso de la zona llamada Portillón Superior, una espectacular brecha que parece salida de otro planeta, entre bloques de granito gigantescos. Aquí se suelen ver rebecos, y el aire es tan puro que el olor a pino y piedra te acompaña todo el camino.

El siguiente tramo es el glaciar: un mar blanco a tus pies. En esta zona es obligatorio el uso de crampones y piolet. Puedes consultar los partes meteorológicos y de nieve antes de salir, o preguntar en el refugio, que tiene información actualizada todos los días. Muchos aprovechan para aprender a caminar sobre hielo, y nunca está de más hacerlo guiado si no lo has hecho antes.

Al alcanzar el famoso Paso de Mahoma, llega el momento más esperado. Es una arista aérea de unos 40 metros donde hay que usar manos y pies, pero es asequible si mantienes la calma y no tienes pánico a las alturas. Muchos montañeros se animan a cruzar, a veces incluso haciendo cola en días de verano. Las vistas desde la cima compensan el esfuerzo: el Pirineo entero se despliega ante ti, con la Maladeta, el Posets, el Perdiguero, y si está muy despejado, hasta las montañas de Francia en el horizonte.

El descenso requiere atención: la mayoría de accidentes se producen bajando, cuando el cansancio y las prisas hacen mella. Conviene mantener el ritmo y parar a descansar lo necesario. Muchos aprovechan la vuelta para bañarse en los ibones o tomar un picnic con vistas de postal.

Si prefieres caminar a tu aire pero sin subir hasta cima, hay rutas espectaculares para todos los públicos. Un clásico fácil y muy recomendado es el sendero a los Llanos del Hospital o una visita a los Aigualluts, donde el agua desaparece bajo tierra en un sumidero para resurgir en la vertiente francesa. Estas rutas son cómodas, permiten ver marmotas y flores de todo tipo, y son ideales si vas en familia o con menos experiencia.

Aunque el Aneto es ahora un imán para amantes de la montaña y escapadas deportivas, su entorno sigue siendo poco masificado si lo comparas, por ejemplo, con los Alpes. Y eso, para los que buscan naturaleza salvaje y soledad, es otra de sus virtudes. Es bastante habitual topar con montañeros de todo el mundo, pero también puedes vivir esa sensación de silencio total, solo roto por el viento y algún graznido de cuervo lejano.

Alturas de los Picos más altos del Pirineo Español
Pico Altura (m) Ubicación
Aneto 3.404 Huesca, Aragón
Pico Posets 3.375 Huesca, Aragón
Monte Perdido 3.355 Huesca, Aragón
Pico Maladeta 3.308 Huesca, Aragón
Pico Baudrimón 3.245 Huesca, Aragón
Anécdotas, curiosidades y consejos útiles para tu experiencia en el Aneto

Anécdotas, curiosidades y consejos útiles para tu experiencia en el Aneto

No todo en el Aneto son datos técnicos y rutas: alrededor de la montaña circulan anécdotas, tradiciones y secretos locales que vale la pena conocer. Por ejemplo, pocos saben que en la cima existe una pequeña cruz metálica, famosa por acumular decenas de banderines, recuerdos y hasta medallas, que la gente deja como señal de paso o tributo. Algunos montañeros llevan piedras desde la base y las depositan en la cumbre, gesto simbólico que conecta con deportes de resistencia y viejas creencias de protección.

Una curiosidad lingüística: el nombre "Aneto" tiene origen vasco y designaba el pequeño pueblo al pie de la montaña, llamado todavía hoy Aneto, en la comarca de la Ribagorza. Nadie sabe con certeza el sentido original del nombre, aunque algunos lingüistas dicen que podría referirse a una planta, el eneldo, que crecía por la zona.

Una leyenda muy popular entre montañeros cuenta que el Paso de Mahoma debe su nombre a la tradición musulmana, según la cual solo los justos pueden cruzar el puente al paraíso sobre una cuchilla tan fina como el filo de una navaja. Aquí, el "puente" lo hace la propia cresta y, como no podía ser menos, muchos bromearán con que si consigues cruzar el Paso de Mahoma disfrutarás de buena suerte el resto del año.

Entre las historias famosas hay una del astrónomo francés Henry Russell, que en el XIX subió al Aneto vestido con frac y sombrero de copa, cargando un gran libro para leer en la cima. Su obsesión con los Pirineos lo convirtió en toda una celebridad: en total, ascendió el Aneto hasta 30 veces, dejando incluso "tarjetas de visita" en la cima.

¿Un dato interesante para quien viaja con animales? Aunque no se recomienda llevar perros hasta la cima (el glaciar puede herir sus patas y la arista es peligrosa), hay rutas fáciles por el Valle de Benasque donde tu amigo peludo será feliz. Yo misma a veces sueño con llevarme a Luna, mi gata, aunque creo que no le haría mucha gracia el frío ni la altura…

El Aneto también es escenario de actividades científicas, culturales y deportivas. En verano, suelen organizarse travesías, ultratrails, y, si el tiempo lo permite, hasta conciertos u observaciones astronómicas nocturnas. Además, el glaciar del Aneto se estudia a nivel europeo como paradigma del deshielo rápido en las latitudes medias. El Instituto Pirenaico de Ecología organiza rutas didácticas y talleres medioambientales para enseñar a escolares la importancia de estos glaciares que, probablemente, desaparezcan en menos de 30 años si el ritmo actual sigue igual.

Algunos consejos clave si sueñas con llegar al techo del Pirineo español:

  • No subestimes la montaña: infórmate siempre del parte meteorológico y consulta a los guardas del refugio.
  • Reserva refugio con antelación si piensas dormir en altura, sobre todo en verano y puentes de primavera.
  • Lleva todo lo que necesitas, pero sin sobrecargar la mochila. Recuerda que cada kilo de más, allá arriba, se siente el doble.
  • Respeta la montaña y recoge toda tu basura: el Parque Nacional vigila mucho el impacto humano.
  • Si vas en grupo, escucha siempre al más experimentado y no te separes, especialmente en la zona del glaciar y el paso final.
  • Disfruta de cada paso, no solo de la cima: cruzar los ibones y ver el amanecer sobre el glaciar es tan inolvidable como poner el pie en la cruz de la cumbre.
  • Y si un día te encuentras muy cansado o el tiempo empeora, da media vuelta: los montañeros recuerdan siempre que la montaña seguirá ahí otro día, esperándote.

Subir el Aneto es cuestión de ganas, respeto y preparación. Hay quien lo hace para tachar una lista, otros para mirar el Pirineo desde arriba y descubrir su propio límite, pero casi todos bajan con la sensación de haber vivido una aventura única. No importa cuántos relatos, fotos o consejos te den: hay un instante ahí arriba, con el aire helado y los Pirineos a tus pies, que solo se entiende si lo vives en persona. Así que, si puedes, ¡no dudes en lanzarte a la conquista del techo más alto de nuestros Pirineos españoles!

10 Comentarios

  1. Jordi Manero
    Jordi Manero
    julio 17 2025

    Vamos a ver, hablar del Aneto como si fuera cualquier montaña más es simplificar el significado real de ese coloso pirenaico. No es un simple pico, sino un testimonio geográficamente complejo que desafía las metodologías clásicas de montañismo y geología. Entender la orografía, las placas tectónicas que permitieron su formación y el impacto climático en su ambiente glaciar no es un tema baladí.

    Para quienes pretenden hacer la ruta, aconsejo encarecidamente que se documente con mapas topográficos actualizados y se preparen para condiciones meteorológicas variables, porque la altitud y los glaciares podrían jugar en contra si alguien subestima este coloso. Más allá del folclore y la imagen postalesca, el Aneto es un campo de ejercicios para expertos con un conocimiento exhaustivo en técnicas de alpinismo.

    ¿Alguien aquí realmente ha considerado la huella humana y su impacto en esas rutas? Porque la sobreexposición turística puede modificar gravemente un ecosistema tan delicado. Y en ese sentido, aplaudo que se promuevan rutas y consejos responsables, pero hay que ser rígidos en la protección de estos parajes. La supuesta 'aventura' no debería esclavizar a la naturaleza sino coexistir en armonía.

    Por último, los datos oficiales de altitud, las mediciones satelitales y del IGN son los únicos confiables, vigilad siempre la fuente y no dejéis llevar por leyendas urbanas o mitos sensacionalistas. La naturaleza no es un escenario para fantasías sino un laboratorio vivo de ciencia.

  2. Sawsan Werfelli
    Sawsan Werfelli
    julio 18 2025

    Dios miooo, siempre lo mismo con la gente que se cree que saben y solo repiten info aburrida y sin chiste. Aneto es más que rocas y mapas. Es pura emoción, drama, y energía espiritual que conecta con tus más profundas emociones. ¿Cómo no entender eso? Solo los que han sentido el viento en la cara, el frío que cala hasta los huesos, y esa sensación de estar a punto de tocar el cielo saben de lo que hablo.

    Por cierto, me parece súper importante que se hable también de los misterios que envuelven esos glaciares, que no son solo hielo, sino testigos de antiguos secretos naturales que la ciencia oficial prefiere ignorar. ¿No les parece raro que haya tantas desapariciones, fenómenos inexplicables y hasta leyendas urbanas que son simplemente descartadas?

    Las rutas convencionales son solo para los turistas; los aventureros de verdad buscan lo oculto, lo prohibido, lo que redefine su ser. ¡Vamos, que si no vimos un poco de peligro, no fue real experiencia! Y que no me salgan con que el cambio climático es solo un cuento, que si los glaciares se derriten hay razones más oscuras detrás.

  3. Rossmery Martinez Neyra
    Rossmery Martinez Neyra
    julio 18 2025

    Esto del Aneto y sus 'secretos' me tiene ya cansada, la verdad. Cómo puede la gente dejarse llevar por tanta fantasía sin ninguna base real? Es imprescindible tener la información correcta, está claro que muchos ni siquiera revisan las fuentes oficiales antes de difundir teorías conspirativas y medias verdades.

    Además, alguien debería ponerse serio con las rutas y las medidas de seguridad que tienen que seguirse. ¿Cuántos accidentes más harán falta para entender que no es un parque de diversiones? Lo que más me molesta es la irresponsabilidad de quienes promueven estas aventuras sin claridad ni respeto hacia la montaña. Y ni hablar de esos que siempre culpan a supuestas fuerzas 'oscuras' cuando lo único que pasa es imprudencia humana.

    El cambio climático también es real, hay miles de estudios científicos que lo prueban. No se puede andar diciendo que es un invento de los que quieren controlar a la población. Hay que tener más rigor y seriedad al hablar de estos temas.

  4. Núria Vallcorba
    Núria Vallcorba
    julio 18 2025

    Uff, no sé si llorar o reír con tanto comentario. A ver, no es cuestión de tanto dramatismo ni de teorías raras, es solo una montaña que tiene su encanto pero tampoco es el Everest. Hay que bajarse un poco de las nubes y aceptar que el Aneto es espectacular, sí, pero no hay que sobrecargarlo con misticismo y encima juzgar a otros por cómo viven su experiencia.

    Las rutas que recomiendan son útiles para novatos y expertos, y existen mil apps y foros para organizar la subida, así que tampoco hay nada de complicado. Criticar el turismo y las personas por querer conocer el pico me parece exagerado porque cada quien conectará con la montaña a su manera.

    Eso sí, estoy de acuerdo en que el respeto al entorno debe ser extremo. Nada de basura, ni pisar zonas sensibles que puedan dañarse. Si no, estamos más perdidos que nadie.

  5. Josue Cabello
    Josue Cabello
    julio 18 2025

    Solo añadiré que planificar tu ascenso al Aneto no es ninguna broma. Requiere preparación física, conocimiento del terreno y clima, además de un equipo adecuado. No te viene cualquiera y menos improvisando. Es madre naturaleza demostrando quién manda, sin duda.

    Para quienes nunca han ido, hay que tener en cuenta que los últimos kilómetros son los más exigentes y que la nieve y el hielo pueden ser traicioneros si no se cuenta con crampones y piolet. Ah, y paciencia, porque el tiempo cambia a cada rato y puede ser un gran enemigo.

    Ah, y recomiendo estar bien informado sobre el estado actual de los glaciares porque con el cambio climático algunas rutas pueden estar cerradas o más peligrosas que nunca. No es solo aventura, es mucha responsabilidad.

  6. andres parreno
    andres parreno
    julio 18 2025

    Completamente de acuerdo con lo que dicen sobre la seguridad. En mis experiencias de montaña siempre recalco que la preparación mental es tan importante como la física. No hay espacio para improvisar porque el Aneto, aunque impresionante, no perdona errores.

    De todas formas, el simple hecho de admirar ese paisaje único que combina glaciares, roca y cielo, te da una motivación increíble para llevar el esfuerzo hasta el final. Eso no lo encuentras en muchos lugares.

    Si alguien está pensando en subir, que se arme de valor, conocimiento y respeto, porque solo con esos tres ingredientes la aventura puede ser perfecta y segura. Y si quieres comentarios más específicos sobre rutas alternativas, aquí estoy para ayudar.

  7. PJ Perez
    PJ Perez
    julio 18 2025

    La polémica sobre el Aneto nunca deja de sorprenderme, sobre todo cuando algunos usuarios insisten en teorías conspirativas y datos sin sustento. La realidad es que esta montaña es estudiada a fondo por entidades científicas muy rigurosas, cuyos análisis apuntan a un claro impacto climático visible y preocupante.

    No podemos caer en la trampa de creer que todo fenómeno inusual responde a conspiraciones o manipulaciones. El Aneto es un punto clave para entender cómo la naturaleza responde al calentamiento global y debemos fomentar el conocimiento basado en evidencias confiables, no en relatos emocionales o conspirativos.

    Además, la gestión del turismo debe ser estricta y responsable, respetando los protocolos científicos y las regulaciones del parque natural. Solo así garantizaremos la conservación óptima para futuras generaciones.

  8. Rigo Venegas
    Rigo Venegas
    julio 18 2025

    Para mí lo más interesante del Aneto no es solo su altura o los datos técnicos, sino toda la historia y cultura que se ha tejido alrededor de él desde tiempos ancestrales. Las leyendas de pastores, las tradiciones locales y esas historias de montañistas que han vivido experiencias únicas.

    Es una montaña que tiene alma, y aunque es importante la seguridad y la protección del medio ambiente, tampoco podemos perder el lado humano y emotivo de la aventura. Subir al Aneto es conectar con una parte profunda de la península y eso no tiene precio.

    Por eso creo que hay que educar tanto en técnica como en respeto cultural para que la experiencia sea completa. ¿Qué opinan los demás?

  9. jorge salas
    jorge salas
    julio 18 2025

    Lo que pasa con el Aneto es que siempre será el símbolo máximo del Pirineo español y eso genera opiniones encontradas, sobre todo cuando algunos quieren menospreciar su grandeza o su importancia nacional. Este pico no es cualquier montaña: es un orgullo de nuestra geografía que merece todo respeto y admiración.

    Claro que hay peligros y cambios, pero no por eso vamos a dejar de visitarlo y defenderlo. Eso sí, hay que exigir a las autoridades que refuercen la conservación y que los visitantes actúen con civismo y amor a la tierra propia. Somos responsables de mantenerlo intacto para el futuro.

    No acepto que haya quien banalice o politice la montaña; el Aneto es patrimonio para toda España y es nuestra obligación cuidarlo.

  10. Yeison Rivas
    Yeison Rivas
    julio 18 2025

    Me parece genial esta discusión porque refleja precisamente la riqueza del Aneto como destino y símbolo. Todas las posturas tienen puntos válidos que entrelazan ciencia, cultura, emoción y responsabilidad.

    Personalmente valoro el equilibrio: disfrutar la naturaleza con la preparación adecuada, respetando normas y aprendiendo historia y leyendas. Así mantenemos viva la montaña y también nos enriquecemos como personas. Es importante que el debate se mantenga abierto y que quien quiera subir, lo haga con respeto y conciencia.

    Al fin y al cabo, el Aneto es mucho más que un pico alto; es un universo completo de experiencias.

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