Si estás pensando en ir a Mallorca, probablemente te imaginas playas de agua turquesa, pueblos blancos y calles empedradas llenas de vida. Pero no todo es postales en la isla. Cada año, miles de turistas se encuentran con sorpresas desagradables: zonas saturadas, estafas, ruido extremo o incluso peligros reales. No se trata de asustarte, sino de ayudarte a evitar errores que arruinen tu viaje. Algunos lugares que parecen ideales en las redes sociales son, en realidad, trampas para turistas. Aquí te digo exactamente cuáles son y por qué.
El Port de Pollença: demasiado turístico para ser genuino
El Port de Pollença es una de las zonas más fotografiadas de Mallorca. Pero si buscas tranquilidad, evítalo. Durante el verano, este pequeño puerto se convierte en una especie de feria permanente. Bares con música a todo volumen hasta las 3 de la mañana, hoteles de cuatro estrellas llenos de grupos de jóvenes, y calles estrechas donde apenas puedes caminar sin tropezar con mochilas y carritos de bebé. El problema no es solo el ruido: es la falta de autenticidad. Los restaurantes aquí cobran hasta un 70% más por una paella que en el pueblo de Pollença, a solo 2 kilómetros. Y si crees que vas a encontrar un atardecer tranquilo en la playa, te equivocas. La arena está llena de toallas y botellas de cerveza, y los vendedores ambulantes te acosan con souvenirs baratos. Si quieres disfrutar de Pollença, ve al pueblo, no al puerto.
Playa de Palma: el caos de la costa urbana
La Playa de Palma es la más grande de la isla y, por eso, la más concurrida. Pero no por eso es la mejor. Está rodeada de hoteles de alta gama, discotecas y centros comerciales. En julio y agosto, la playa se llena hasta los topes: familias, grupos de amigos, parejas, y miles de turistas que llegan en autobuses turísticos. El agua está contaminada por el desagüe de la ciudad, y las olas son más bien olas de gente que nadan. Además, hay un problema creciente: robos. Los carteristas operan con impunidad en las zonas más concurridas. Si te dejas el móvil en la toalla, lo más probable es que no lo vuelvas a ver. Y si quieres tomar algo cerca, prepárate para pagar 8 euros por una cerveza. No es una playa para relajarse. Es un lugar para ver y ser visto. Si buscas arena y mar, hay decenas de calas más tranquilas al norte y al oeste.
Magaluf: el epicentro del caos
Magaluf es el nombre que todos conocen, pero pocos entienden. Es el lugar donde los paquetes turísticos más baratos llevan a los jóvenes de Europa del Este, Reino Unido y Alemania para celebrar sin límites. No es un destino. Es un fenómeno social. Las calles están cubiertas de vómito, botellas rotas y ropa tirada. Los bares abren a las 10 de la mañana y cierran a las 6 de la mañana. El ruido es constante. Los policías no pueden controlar todo, y los incidentes violentos son frecuentes en temporada alta. En 2024, hubo más de 1.200 denuncias por altercados en Magaluf, según la Policía Local de Mallorca. Si eres adulto, viajas con niños, o simplemente quieres descansar, este lugar no es para ti. No es una playa. Es un parque de diversiones para adultos sin control. Si alguien te dice que Magaluf es "divertido", pregúntale si ha pasado una noche allí después de las 2 de la mañana.
El centro de Santa Ponça: turismo de masas disfrazado de lujo
Santa Ponça tiene una imagen de elegancia. Hoteles de cinco estrellas, marinas de lujo y villas privadas. Pero detrás de esa fachada hay un problema: la saturación. Durante el verano, el centro se llena de autobuses turísticos que descargan cientos de personas al mismo tiempo. Los restaurantes se llenan de grupos que no hablan español, no respetan las normas locales y dejan mesas sucias. Las calles peatonales se convierten en pasillos de supermercado. Y el peor detalle: el agua de la playa está más caliente que el aire por la contaminación de los desagües. Además, los precios son exorbitantes. Una ensalada cuesta 22 euros, y una botella de agua, 5. Si quieres disfrutar de Santa Ponça, ve a la zona de la playa más alejada del puerto, donde los locales van a nadar. Allí, el ambiente es diferente. Pero el centro, no.
Las zonas de acceso restringido: no son peligrosas, pero sí engañosas
Hay lugares que no son peligrosos, pero que te hacen perder tiempo y dinero. Por ejemplo, las playas que se anuncian como "privadas" o "exclusivas" en Google Maps. Muchas de ellas son solo zonas de hoteles con acceso restringido. Si intentas entrar, te van a pedir que pagues 15 euros por una toalla, o te echan sin explicación. Otra trampa son las excursiones en barco que prometen "playas secretas". La mayoría terminan en calas pequeñas, con poca sombra, y el barco te deja y se va. No hay servicio, no hay baños, no hay agua. Te dejan allí por dos horas y luego te recogen. Si quieres una playa tranquila, busca en Google Maps calas con nombre real: Cala Llombards, Cala Tuent, Cala Banyalbufar. Son públicas, limpias, y nadie te cobrará por sentarte en la arena.
¿Qué hacer si ya estás en una zona problemática?
Si ya te alojas en Magaluf, El Port o Santa Ponça, y te das cuenta de que no es lo que esperabas, no te quedes atrapado. Cambia de alojamiento. Hay hostales y apartamentos más tranquilos en Deià, Sóller o Fornalutx. Son más caros, pero valen cada euro. Si te sientes incómodo por el ruido, pide una habitación en la parte trasera del hotel. Si te roban, denuncia en la comisaría más cercana. En Mallorca, los turistas tienen los mismos derechos que los locales. Y si quieres comer bien, evita los restaurantes con menús en tres idiomas y fotos de comida falsa. Busca los que tienen solo un menú en español, y donde veas a gente local sentada. Eso es señal de calidad.
¿Dónde ir en su lugar?
Si quieres playa, ve a Cala Mondragó. Es un parque natural, con arena fina, agua clara y pocos turistas. Si buscas tranquilidad, Deià es perfecto: calles empedradas, vistas al mar, y bares donde el dueño te saluda por tu nombre. Si quieres naturaleza, el Parque Nacional de la Serra de Tramuntana te espera. Camina por los senderos de Lluc o sube hasta el Mirador de Sa Creu. No necesitas ir a los lugares famosos para vivir Mallorca. Solo necesitas saber dónde no ir.
Consejos prácticos para evitar problemas
- No reserves alojamiento en zonas con más de 1000 críticas en Google que digan "ruido", "sucio" o "estafa".
- Evita los hoteles que ofrecen "todo incluido" en Magaluf o El Port. Son una trampa de calidad.
- Usa apps como iNaturalist o Maps.me para encontrar calas reales, no las que aparecen en los paquetes turísticos.
- Si un lugar parece demasiado perfecto en Instagram, probablemente lo sea. Busca videos de YouTube de personas reales allí, no fotos de influencers.
- Siempre lleva contigo una botella de agua y un pequeño botiquín. En zonas turísticas, las farmacias están lejos y cobran el doble.
Mallorca no es mala. Es solo que ha sido vendida como algo que no es. No se trata de evitar la isla. Se trata de evitar las versiones falsas de ella. La auténtica Mallorca está en los pueblos, en las montañas, en las calas que no están en las guías. Si sabes dónde mirar, la encontrarás. Pero si te dejas llevar por los paquetes más baratos, te arrepentirás.
¿Es peligroso ir a Magaluf si viajo con niños?
No es recomendable. Magaluf está diseñado para jóvenes adultos que buscan fiesta. El ruido es constante, las calles están llenas de alcohol y personas en estado de embriaguez, y no hay espacios seguros para que los niños jueguen. Además, los restaurantes y playas están saturados. Si viajas con niños, elige zonas como Cala d'Or, Port de Pollença (el pueblo, no el puerto) o Sóller. Son más tranquilas, limpias y adecuadas para familias.
¿Cuál es la mejor época para visitar Mallorca sin multitudes?
La mejor época es entre abril y junio, o septiembre y octubre. El clima sigue siendo agradable, las playas están vacías, y los precios bajan hasta un 40%. En mayo, por ejemplo, puedes pasear por Palma sin empujones, comer en restaurantes sin reservar, y nadar en calas sin ver una sola toalla. Es la ventana perfecta para disfrutar de Mallorca como realmente es: tranquila, auténtica y hermosa.
¿Hay zonas donde no se aceptan tarjetas de crédito?
Sí, especialmente en pequeños restaurantes, mercados locales y bares de pueblo. En zonas turísticas como Magaluf o El Port, casi todos aceptan tarjetas. Pero si vas a un pueblo como Fornalutx o Banyalbufar, muchos locales solo aceptan efectivo. Lleva siempre al menos 50 euros en efectivo, incluso si planeas usar tarjeta. No querrás quedarte sin comer porque no tenías dinero en la cartera.
¿Es cierto que en Mallorca hay estafas con taxis?
Sí, y es más común de lo que crees. Algunos taxis no usan el taxímetro y cobran tarifas fijas exageradas, especialmente en el aeropuerto o en zonas turísticas. Siempre pide que enciendan el taxímetro antes de salir. Si se niegan, llama a un taxi oficial por app como Taxify o Taxis Mallorca. El precio de un trayecto desde el aeropuerto a Palma debe ser entre 20 y 25 euros. Si te cobran más de 35, es una estafa.
¿Qué debo hacer si me roban en Mallorca?
Denuncia inmediatamente en la comisaría más cercana. No esperes a volver a casa. En Mallorca, las comisarías tienen servicio en inglés y alemán. Lleva contigo tu pasaporte y la información de tu seguro de viaje. Si te roban el móvil, bloquea tu línea y tu cuenta bancaria desde otro dispositivo. La policía local suele responder rápido, pero solo si haces la denuncia en el momento. Muchos turistas pierden su dinero por esperar demasiado.
Ir a Mallorca no es una decisión que debas tomar solo por el precio del paquete. Es una elección sobre qué tipo de experiencia quieres vivir. Si quieres diversión caótica, ve a Magaluf. Si quieres descanso, belleza y autenticidad, busca más allá de las guías turísticas. La isla te dará lo que busques. Solo tienes que saber qué es lo que realmente quieres.
Javier Fernandez carmona
noviembre 9 2025El Port de Pollença es un caos absoluto. Fui hace dos años y no pude dormir ni una noche. La música desde los bares hasta las 4 de la mañana, y el mismo ruido al día siguiente. Lo peor es que los locales no pueden ni caminar por su propio pueblo. Si quieres algo auténtico, ve a Pollença pueblo. Allí sí hay alma. Y la paella cuesta la mitad.
Evité Magaluf por completo. No es mi estilo. Prefiero calas donde nadie te vende una camiseta de "I love Mallorca" cada dos metros.
La playa de Palma es un error si buscas tranquilidad. Es como ir a Times Square y esperar silencio.