¿Cuándo hay menos turismo en Mallorca? Los meses menos concurridos y cómo aprovecharlos

Aitana Castillo 0 Comentarios 26 diciembre 2025

Si buscas evitar las multitudes, los precios altos y las colas interminables en las playas de Mallorca, no necesitas esperar hasta el invierno. La isla tiene meses con menos turismo que ofrecen el mismo sol, el mismo mar y hasta mejores precios, pero sin el ruido de la temporada alta. Mucha gente piensa que la única forma de escapar del caos es ir en octubre o abril, pero la realidad es más sencilla: hay ventanas claras de tranquilidad, y saber cuándo son puede cambiar por completo tu experiencia.

Noviembre a mediados de marzo: la verdadera temporada baja

Entre noviembre y mediados de marzo, Mallorca se vacía. No es que se apaguen los servicios -los restaurantes, los supermercados y los taxis siguen funcionando-, pero la isla vuelve a ser lo que era antes de convertirse en un destino masivo: un lugar donde los locales viven, no solo atienden a turistas. Las temperaturas bajan, pero rara vez llegan a los 10 °C. En diciembre, en Palma, puedes andar en camiseta a mediodía si hace sol. El mar está frío para bañarse, claro, pero para pasear por el puerto, subir a la sierra o recorrer pueblos como Deià o Sóller, es perfecto.

Los hoteles bajan sus tarifas hasta un 60 % respecto a julio. Un apartamento de dos habitaciones en Magaluf, que en verano cuesta 150 € la noche, en enero puedes encontrarlo por 55 €. Los paquetes turísticos con vuelo y alojamiento, que en mayo cuestan 800 € por persona, en noviembre se ofrecen desde 350 €. No es un rumor: lo confirman las estadísticas de Booking y Expedia para 2024 y 2025.

Por qué nadie habla de esta época

La gente no elige noviembre a marzo porque cree que Mallorca es solo playa. Y eso es un error. La isla tiene más de 200 kilómetros de rutas de senderismo, más de 50 iglesias y monasterios históricos, mercados locales con productos de temporada como las naranjas de Pollença o los embutidos de Sencelles, y bodegas que abren sus puertas para catas sin reservas. En verano, si quieres visitar la Catedral de Palma, haces cola una hora. En febrero, entras sin esperar, con un guía que te cuenta historias que ni siquiera los locales conocen.

Además, los festivales locales cobran vida. En diciembre, en Pollença, se celebra la Fira de Sant Joan, con artesanía tradicional y música de gaitas. En enero, en Sóller, hacen la tradicional “Festa dels Enfarinats”, donde la gente se lanza harina y huevos en las calles. No es una atracción para turistas: es lo que hacen los mallorquines. Y tú puedes estar ahí, sin que te empujen.

¿Qué cierra en temporada baja?

No todo permanece abierto. Las discotecas de Magaluf y Playa de Palma cierran en octubre. Los bares de la playa que venden helados y cócteles de fruta desaparecen. Algunos cruceros de lujo ya no paran en el puerto de Palma. Pero eso no significa que no haya nada que hacer. Al contrario: los que quedan son los auténticos. Los restaurantes que usan productos de la isla, no los que importan langostinos de Tailandia. Las tiendas de artesanía que llevan 30 años en el mismo lugar. Los guías locales que te llevan a ver cuevas que no están en los mapas turísticos.

Algunas playas, como Es Caragol o Cala Llombards, tienen acceso restringido en invierno porque no hay servicio de limpieza diario. Pero eso también significa que si vas, las tienes casi para ti. No hay toallas extendidas hasta el horizonte, ni niños gritando con globos de agua. Solo el sonido del viento y las olas.

Fiesta local en Sóller donde personas lanzan harina y huevos en las calles empedradas durante el invierno.

¿Cuándo empieza a llenarse de nuevo?

La recuperación del turismo empieza en abril, pero no de golpe. La primera oleada viene con los europeos del norte que buscan el primer sol del año: alemanes, británicos y escandinavos. A partir de mediados de abril, los precios suben un 20 % por semana. En mayo, ya hay vuelos directos desde 15 ciudades más, y los paquetes turísticos vuelven a subir. Si quieres evitarlo, no esperes hasta abril. El mejor momento para reservar es entre octubre y enero, cuando aún no han empezado a publicar las ofertas de primavera.

Una regla simple: si ves un paquete turístico con vuelo y alojamiento por menos de 400 € por persona, y la fecha es entre noviembre y febrero, no lo dudes. Es una ganga. Y si lo reservas con 60 días de antelación, casi siempre te dan una habitación con vista al mar, aunque hayas elegido la opción básica.

Lo que no te dicen los blogs de viajes

Los blogs de viaje te dicen que “Mallorca es buena en primavera”. Pero no te dicen que en abril ya empiezan a llegar los grupos de 20 personas con camisetas de “I ❤️ Mallorca” y que no saben cómo pedir un café sin decir “espresso”. En noviembre, en cambio, puedes pedir un café en un bar de Ciutat de Mallorca, y el camarero te pregunta si quieres que te lo pongan en una taza de cerámica local, hecha por una artesana de Llucmajor.

La isla no se muere en invierno. Se transforma. Y quien la visita en ese momento, no solo ahorra dinero. Conoce otra Mallorca. La que no vende souvenirs de plástico, la que no necesita gritar para ser vista. La que sigue viva, aunque no esté en las redes.

Ilustración comparativa: playa llena de turistas vs. taller artesanal tranquilo con productos locales de Mallorca.

Consejos prácticos para viajar en temporada baja

  • Reserva con antelación: aunque haya menos turistas, algunos hoteles pequeños cierran en invierno. Reserva con 45-60 días de antelación para asegurar opciones reales.
  • Usa transporte local: los autobuses de TIB funcionan todo el año. El tren de Sóller sigue circulando, y es una experiencia única. No necesitas alquilar coche, aunque si lo haces, los precios bajan un 40 %.
  • Comprueba horarios: algunos museos, como el Museu de Mallorca, tienen horarios reducidos en invierno. Abren de 10 a 17, no de 9 a 20.
  • Visita mercados locales: el mercado de Santa Catalina en Palma está abierto todos los días, incluso en diciembre. Es el mejor lugar para probar queso de cabra, embutidos y pan de higo.
  • No te fíes de las fotos en Instagram: las playas que ves en las redes, con agua turquesa y gente sonriendo, probablemente fueron tomadas en junio. En febrero, el mar es gris, pero el cielo es más puro.

¿Vale la pena ir en invierno?

Sí, si buscas paz, autenticidad y dinero en el bolsillo. No si quieres fiestas hasta el amanecer o playas llenas de chiringuitos. Mallorca no es una isla de playa todo el año. Es una isla con historia, con sabor, con gente que vive aquí y que no quiere que la invadan. Ir en temporada baja no es una compensación. Es una elección consciente. Y quienes lo hacen, vuelven. No por el sol, sino por lo que descubren cuando nadie más está mirando.

¿Cuál es el mes menos turístico en Mallorca?

Febrero es el mes con menos turistas en Mallorca. Después de las fiestas de Navidad y antes de que empiecen los primeros viajes de primavera, la isla está en su punto más bajo. Los hoteles ofrecen las tarifas más bajas, los vuelos son más baratos y los lugares más populares, como la Catedral de Palma o el Parc Natural de S’Albufera, están casi vacíos.

¿Se pueden hacer excursiones en invierno en Mallorca?

Sí, y muchas son incluso mejores en invierno. Las rutas por la Serra de Tramuntana, como la que va de Deià a Valldemossa, son más tranquilas y el clima es ideal para caminar. Las cuevas como la Cova des Coloms o la Cova de l’Ocell tienen temperaturas constantes, así que no importa si hace frío fuera. Los guías locales ofrecen tours personalizados sin grupos grandes.

¿Qué ropa llevar a Mallorca en invierno?

Lleva capas. Durante el día, con sol, basta con una camiseta, chaqueta ligera y pantalón. Por la noche, sobre todo en la sierra, puede bajar a 6 °C, así que necesitas una chaqueta abrigada, bufanda y calzado cómodo. No necesitas ropa de invierno extremo, pero sí algo que te proteja del viento. El sol es fuerte, así que lleva gafas de sol y protector solar.

¿Hay vuelos directos a Mallorca en invierno?

Sí, pero menos que en verano. Aerolíneas como Ryanair, easyJet y Iberia mantienen conexiones desde Madrid, Barcelona, Londres, Berlín y París. Los vuelos desde ciudades pequeñas pueden suspenderse, pero las principales rutas siguen operando. Lo mejor es buscar vuelos con 60 días de antelación para encontrar los mejores precios.

¿Vale la pena reservar un paquete turístico en temporada baja?

Sí, y es incluso más inteligente. Los paquetes turísticos en noviembre, diciembre o febrero suelen incluir vuelo, alojamiento y traslados por menos de la mitad del precio de verano. Muchos también incluyen un día de excursión o una cena con productos locales. Revisa siempre qué está incluido: algunos paquetes baratos no incluyen impuestos o tasas de aeropuerto.

¿Qué hacer después de visitar Mallorca en temporada baja?

Si te gustó la idea de viajar sin multitudes, piensa en otras islas españolas con la misma lógica. Menorca, por ejemplo, tiene una temporada baja aún más larga. Ibiza, aunque famosa por la fiesta, también tiene una versión tranquila entre octubre y abril. Y si quieres algo más alejado, las islas Canarias, como La Gomera o El Hierro, ofrecen naturaleza virgen y pocos turistas en invierno. Mallorca fue tu puerta de entrada. Ahora sabes que el verdadero viaje empieza cuando dejas atrás las multitudes.