Cruciar los Pirineos, una cadena montañosa que separa España de Francia y que miles de viajeros atraviesan cada año en coche, autobús o moto. También conocidos como la frontera natural entre España y Europa, los Pirineos no son solo un punto en el mapa: son una prueba de paciencia, clima y planificación. No importa si vas de vacaciones a Francia, a un puente de mayo o a esquiar en Andorra, lo que realmente te importa es cuánto te van a robar de tu tiempo.
La distancia entre Lleida y Toulouse, por ejemplo, son unos 200 km, pero en invierno puedes tardar más de 4 horas en recorrerlos. ¿Por qué? Porque el tráfico, el flujo de vehículos que se acumula en los puertos durante fines de semana y festivos, especialmente en julio y diciembre se convierte en un estancamiento. El puerto de Somport, el de Puymorens o el de Pau son los más congestionados. Y si llueve o nieva, las cadenas de nieve no son un extra: son obligatorias. No lo olvides: si no las llevas y te detienen, te multan y te obligan a volver atrás.
La mejor hora para pasar? De madrugada, entre las 4 y las 7 de la mañana. Así evitas las colas de turistas, los camiones y los coches de vacaciones. Si vas en verano, elige el paso por el túnel de Bielsa, una ruta alternativa menos conocida que evita la carretera nacional y reduce el tiempo en un 30%. En invierno, el túnel de Somport es más fiable que la carretera, aunque cobra peaje. Y si viajas con niños o mascotas, no te quedes en las áreas de descanso: muchas no tienen calefacción y las temperaturas bajan de 0 grados.
Los posts que encontrarás aquí no son teoría. Son relatos reales de gente que ha pasado por ahí, con relojes en mano, nieve en los cristales y el tanque a medio llenar. Algunos se quedaron atascados 3 horas en el puerto de Ares. Otros descubrieron que el mapa de Google no avisaba de un deslizamiento. Hay quien lleva siempre una manta, agua y bocadillos por si se queda parado. Y otros, simplemente, se rinden y se van por Barcelona. No hay una sola forma de cruzar los Pirineos. Pero sí hay una forma de hacerlo sin perder el control.
Cruzar los Pirineos caminando lleva entre 40 y 60 días, dependiendo de la ruta, el ritmo y las condiciones. Guía práctica para senderistas que quieren planificar su travesía transpirenaica.